Tras la interrupción del mes pasado, Astonishing vuelve adonde lo dejamos en el #3: el lugar conocido como Tian, que al parecer fue el hogar secreto de un grupo de mutantes chinos. Están sucediendo cosas extrañas, y el grupo de X-Men dirigido por Cíclope se encuentra con los restos de una batalla entre mutantes (o seres similares a ellos) posiblemente procedentes de otras dimensiones. Pronto, todas las pistas empiezan a apuntar hacia una única persona...

El arte de Bianchi es implacable, aunque su lento ritmo causó frustración entre los lectores estadounidenses debido a sus retrasos. Tanto las escenas de acción como los primeros planos son impresionantes. El guión tampoco se queda atrás, con las magníficas interacciones entre los personajes tan típicas de Ellis.

Este número se me hace más divertido que los anteriores, con más acción y con más cosas en marcha. Además de la cantidad de X-Men que hacen cameos en este número, ver a Scott con la chaqueta de la época de Grant Morrison, New X-Men, es una gozada. Pero lo más intrigante de este número no deja de ser cómo Gambito se acerca cada vez más a su lado oscuro...

En la cuarta parte de Nación X, Cíclope y Xavier se disponen a hacer "cirujía mental" con Emma Frost para sacar el trozo de Vacío que quedó atrapado en ella durante Utopía. Si hace un tiempo la vimos a ella visitar la mente de Scott, en esta ocasión se da el caso inverso. Mientras tanto, el Dr. Némesis pide ayuda a Magneto y la Bestia y el Hombre de Hielo discuten sobre la situación actual.

El tema del trozo de Vacío atrapado en Emma Frost... puede que sea por proceder la historia de otro cómic, pero parece sobrar un pelín de la historia en general y el reasentamiento en Utopía. Cada vez veo más justificadas las críticas del público angloparlante sobre el segundo plano en el que se pone a la mayoría de los X-Men, y la grandísima importancia que les de Fraction a Emma y a Scott. Eso sí, el momento de Bobby y Hank es genial.

¡Necrosha ha comenzado! Un ejército de mutantes muertos vivientes ataca Utopía y la Reina Negra llega a Genosha, lugar del mayor genocidio mutante de todos los tiempos (obra de Cassandra Nova en la etapa de Grant Morrison) para hacerse con un ejército de millones. Aparte del dibujo de Clayton Crain que tanto me gusta, el número destaca por la aparición de un montón de mutantes muertos durante las últimas décadas, como Piros, Estrella Oscura, Rusty Collins, Risque y Banshee.

El número viene complementado por Marchitarse, una historia del one-shot The Gathering, en la que se ve cómo Selene recluta a uno de sus esbirros, Kevin Ford. Más conocido como Ruina, Ford era uno de la última generación de mutantes de Westchester, aunque huyó después del Día M. Es de suponer que, igual que con Utopía, las historias del one-shot las repartirán por los distintos números que componen Necrosha.

Cabe destacar la mención de cómo Eli Brad ha perdido su control sobre Cifra, de lo cual sabremos más en Nuevos Mutantes 2 (¡para el cual hay que esperar hasta diciembre!).