Considero Neverwinter Nigths de BioWare uno de los mejores juegos a los que he jugado. Si no de los mejores, sí de los más entretenidos y a los que más tiempo he dedicado. Unos gráficos buenos para la época, un argumento complejo y atractivo digno de BioWare, un genial sistema basado en D&D 3.0, de fácil manejo y gran duración. Pero tras varios intentos de jugar a su secuela durante los últimos años, siempre lo acabo dejando. ¿Qué es lo que falla en NWN2?
Tenía la mira puesta en NWN2 meses antes de que saliera. Cuando al fin apareció, a finales del 2006, empezaron las decepciones. Y es que pedía unos requisitos altísimos. En el mejor ordenador de casa sólo lo pude poner en marcha con los gráficos al mínimo (adiós a las sombras y a las texturas), y aún así iba parapléjico.
El vengativo mago ilusionista gnomo neutral maligno que he jugado esta vez.
Al año siguiente lo volví a probar. Ya no iba tan parapléjico y estuve varias semanas, pero me acabó aburriendo y cansando para cuando empezó el Acto 3. A principios de este verano, aprovechando mi nuevo maquinón, lo he vuelto a poner en marcha. Tras un par de meses, no he acabado el Acto 2, y estoy hasta los huevos del juego, así que he decidido devolverlo a la caja... por lo menos durante unos años.
¿Por qué es tan cansado? Tiene unas capacidades gráficas muy superiores para su época, un argumento con elecciones a lo BioWare (pese a ser de Obsidian), la jugabilidad heredada del Neverwinter Nights, es largo, tiene muchísimas opciones en el desarrollo del personaje... ¿Dónde falla?
El argumento principal es... interesante. Al menos, parece serlo. Pero apenas he tenido la ocasión de seguirlo. Eres un adoptado en el Estero del Hombre Muerto, una pequeña aldea en el pantano, y cuando unos seres de otra dimensión atacan la zona en busca de un fragmento de plata, te ves envuelto en una épica aventura acerca del regreso del Rey de las Sombras, que fue derrotado en el Estero años atrás. ¿Épica? Puede ser. Por lo que he leído, puede que más adelante. Porque la mayor parte de los actos primero y segundo los pasas haciendo misiones de poca relevancia pero obligatorias (misiones secundarias, no obligatorias, hay muy pocas). Vamos, es que para cuando los bandidos te ayudan a entrar al distrito del Lago Negro (y yo estaba con ellos por conveniencia y alineamiento, no porque quisiera ayudarles), tienes que derrotar a las demás bandas, sobornar a la guardia, proteger un cargamento, derrotar a los malhechores luskanitas, quemar el cuartel de la guardia, hacerte con todo el distrito de los muelles, y cargarte tribus enteras de orcos para buscar a un diplomático de Aguasprofundas que puede ayudar a los negocios. ¡Yo quiero luchar contra el Rey de las Sombras, no pasarme semanas enteras ayudando a unos miserables bandidos!
El argumento parece apuntar a algo grande, pero avanza tan lentamente durante la mayor parte del juego, y con tanto cliché, que no te llega a pillar.
Claro que también se puede hacer algo similar con la guardia... y ya está. Dos caminos. Legal bueno vs Caótico maligno. La toma de decisiones, a primera vista similar a la del NWN o los KotOR, es bastante más lineal, como si de fondo no hubiera más que dos opciones finales: el bueno y el malo. Aunque intentes ir de neutral, siempre acabas teniendo que elegir uno u otro camino.
El diálogo se podría categorizar de bueno, pero a veces puede aburrir, si bien no llega al punto de tostón de otros RPGs. Está bien ver gran parte de los diálogos doblados, aunque la calidad es bastante variable de uno a otro actor de doblaje. Algunos personajes suenan horriblemente sosos. Pero, bueno, siempre es mejor un doblaje regular al castellano que ninguno, como en The Witcher. Pese al tema de lo plano de la toma de decisiones, el diálogo es uno de los atractivos del juego, y siempre estás esperando a encontrarte con el siguiente.
Merece la pena llevar a Khelgar y a Neeshka contigo sólo por oír sus discusiones. Los otros personajes apenas hablan y la mayoría son aburridos.
El sistema de compañeros recuerda a los Knights of the Old Republic, lo cual podría parecer un avance respecto al único compañero del primer NWN (bueno, en realidad es el segundo, pero de eso hablaré en alguna otra ocasión, y aquí le llamaré "primero" por comodidad); sin embargo, no está tan bien implementado. Los compañeros interactúan muy poco contigo y entre ellos, y el nivel hasta el cual puedes afectarles no parece tan grande. O les caes bien y te cuentan sus secretos, o no. Se echa de menos un mayor cambio en Luz/Oscuridad como en KotOR 2, y lo limitado de lo que se puede llegar a intimar con un compañero (yo probé con Elanee) demuestra la poca profunidad del tema.
Al igual que la ambientación en la Costa de la Espada de los Reinos Olvidados, la jugabilidad es la heredada de Baldur's Gate, igual que el primer NWN y los Icewind Dale. El combate es rápido y a base de clicks en tiempo real, pero su gran velocidad y dificultad te llevan a estar continuamente pausando la partida para elegir tus conjuros y objetivos. Aunque el sistema de combate a tiempo real tiene sus ventajas y es más realista, no deja de ir, en cierto modo, en contra de las mecánicas de Dungeons & Dragons, ya que en una partida de rol de papel y lápiz tienes (y necesitas) tiempo para tomar tus decisiones y elegir cómo luchar. En un personaje guerrero no es tan problemático, pero en un grupo con dos o más lanzadores de conjuros, como lo era el mío, aumenta la ya de por sí elevada dificultad. Aunque a cambio de sobrevivir a las hordas de enemigos que te asaltan, especialmente en sitios cerrados, en prácticamente cualquier momento puedes retroceder un poco y descansar. Pero claro, con según que personajes no es tan fácil: tener que lanzar todos los buffs con mi mago cada poco tiempo resulta tedioso.
Combates con muchos enemigos simultáneamente y llenos de acción. Difíciles, pero intensos.
Quizás uno de los puntos más fuertes del NWN2, así como de su predecesor, es el desarrollo del personaje. Fiel a D&D, la cantidad de combinaciones posibles entre razas, clases, habilidades y dotes tiende a infinita. Sólo de hacer un personaje ya se te ocurre una docena de personajes distintos que podrías hacer. En el lado negativo, la mayor parte del desarrollo está orientada al combate. Puedes gastar puntos en dotes de fabricar, pero después no es muy útil. Puedes gastarlos en habilidades sociales, pero es fácil arreglárselas sin ellas. Además, el hecho de que sean solamente veinte niveles hace que las subidas de nivel estén muy espaciadas. Los JRPG han aprendido de eso y hacen más niveles, de modo que se haga más llevadero; vale que no sea lo más fiel a D&D, pero un videojuego no deja de ser un videojuego.
Además del héroe, los compañeros son personalizables en gran medida.
Musicalmente, está bien pero no es destacable. Los temas no son tan memorables como los del NWN. Aún y todo, la música ambienta a la perfección y los efectos sonoros son idóneos. También está el tema del doblaje que he mencionado antes. Puedes elegir entre un set de voces para tu personaje, pero por algún motivo, hay voces en castellano y en inglés entremezcladas. Tan sólo estaría bien más variedad en las palabras pronunciadas por los magos cada vez que lanzan un conjuro.
En lo que a gráficos se refiere, son buenos, pero... hay algo que a veces no termina de cuadrar del todo. Las texturas están muy detalladas, las luces y sombras van muy bien... Después de todo, para eso pide tanta máquina el juego, ¿verdad? Pero hay algo en las formas que no termina de quedar bien. Y los peinados son horrendos (por eso hice a mi gnomo calvo). Se podría decir que "bien, pero mejorable".
Los gráficos son muy llevaderos si tu máquina los aguanta.
Pero posiblemente ya hayáis leído otras reviews que he hecho, y todo lo negativo que he dicho podría no ser suficiente para que yo deje un juego, especialmente uno que poseo físicamente, de cierta fama, de críticas no-negativas y el sucesor de uno de mis favoritos... y pese a los ocasionales bugs (y mira que hay parches), hay algo que me cabreaba en cada sesión de juego y me hacía acabar dejándolo con mal sabor de boca: la Inteligencia Artificial.
La IA enemiga es bastante buena. Es lo buena que te puedes esperar de un juego así. Los enemigos te atacan nada más verte, utilizan sus mejores técnicas, conjuros o armas primero, llaman a sus compañeros, y centran sus ataques de forma estratégica en los más débiles o peligrosos, según las circunstancias. Pero la IA aliada es pésima. Es basura pura. Puedo soportar que un compañero dé un rodeo para ir a la calle contigua porque no sabe calcular bien las rutas, que no te sigan o que no elija exactamente las habilidades que yo desearía (para eso puedes poner en pausa y controlarlos, para que se tomen pociones y lancen los conjuros adecuados). Pero que al entrar en combate estén parados un par de pasillos más allá, me revienta. Que entre en combate o persiga a un enemigo y no se den cuenta por la distancia, me enerva. Y que en pleno combate elijan acercarse al rival por una ruta alternativa y sin explorar, atrayendo la atención de 3 ó 4 grupos de enemigos adicionales a la refriega, me lleva a apagar el juego instantáneamente.
No es infrecuente que cada miembro de tu grupo se vaya en una dirección diferente, que no se enteren de tus órdenes o que se queden atascados. ¡Ey, que quiero que vengáis conmigo!
Argumento: ** No me molesta que el argumento principal vaya tirado de varias subtramas, como en Final Fantasy VI, Ultima VII o The Witcher (por citar algunos), pero al mismo tiempo la trama principal tiene que avanzar aunque sea un poco, y eso implica algo más que luchar contra un nuevo grupo de githyankis en Noyvern o contra uno de los esbirros de los malos malosos. Que alrededor de la mitad de mi experiencia con NWN2 haya sido ayudar en misiones sueltas a la guardia (la primera vez que jugué) o a los bandidos (la segunda) dice mucho del juego.
Dificultad: *** La dificultad del momento, del fragor de la batalla, me ha parecido grande. Sin embargo, gracias a la facilidad de descansar, igual que en el NWN, el resto es muy fácil. La exploración es aún más simple que en el primero, ya que todo es muy lineal y hay pocos escenarios abiertos.
Gráficos: **** Pues no están mal para su época, pero con todo lo que pedía en su día, no compensa.
Jugabilidad: * Con puntos buenos como el desarrollo de personajes y los malos como el tener que pausar la partida tan a menudo, la IA destroza la experiencia en el juego.
Sonido: **** No es una obra maestra, pero está bien y es agradable de escuchar.
TOTAL: ** Puede que haya sido un poco duro en algunos aspectos de esta crítica, pero el juego me ha dejado mal sabor de boca, al final jugaba casi forzadamente, y en jugabilidad, argumento y diversión, se queda atrás al lado de su predecesor. ¿Puede que la barra estuviera demasiado alta? En cualquier caso, y tras años de intentar jugarlo, me ha parecido una decepción.
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on miércoles, agosto 18, 2010
at 10:21
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