Le ha costado mucho llegar, pero tras meses de pequeñas y sugerentes actualizaciones, noticias sobre las clases de personaje, el combate, las misiones y el argumento, y algunos excitantes vistazos a monstruos gigantescos, finalmente tuve la oportunidad y jugar a Guild Wars 2. Antes de ir al grano, sin embargo, recapitulemos: Guild Wars 2 es la secuela de ArenaNet de Guild Wars, que fue un MMO especie-de-pero-no-del-todo que no tenía coste de suscripción y mezclaba combate basado en grupo con tácticas del estilo de cartas intercambiables. Para la secuela ArenaNet empezó haciendo audaces declaraciones. Declaraciones como "no tendrás que estar en el mismo grupo que alguien para obtener crédito por ayudarle" y "no habrá ningún texto de misión". Naturalmente nosotros, el público de jugadores, afirmamos con las cabezas y asentimos, del mismo modo que si un mendigo te gritase que los illuminati controlan su cabeza, y él, a su vez, controla la tuya con el sucio harapo que agita en su mano.
Los asura tienen, francamente, un aspecto escalofriante.
Así que, me senté y jugué a Guild Wars 2. Empezó, como lo hacen todos los juegos de su género, con la creación de personaje. Estaba, por lo que me dijeron, muy simplificado del creador de personajes que veremos en la versión final para entrar en acción más rápido, en lugar de pasarse quince minutos dando forma a las cejas de nuestro personaje. En vez de poder enredar con los detalles cosméticos de mi personaje, se me llevó rápidamente a lo importante sobre cómo jugar al personaje, y la forma en la que la historia de Guild Wars 2 se desarrollaría. Para la primera parte de la demo, tuve que jugar como un humano. La clase la podía elegir yo, así que, como generalmente me gusta jugar lanzadores de conjuros, elegí al Elementalista. A continuación tenía que elegir una afinidad elemental. En este punto de la demo, no creo que afectase en verdad a nada, así que elegí tierra, imaginándome a mi personaje como un hipppie new-age en una tierra de duros guerreros.
Después hay una pequeña cadena de pregunta biográficas. Se me dieron algunas opciones sobre cuál era mi aspecto de personalidad más fuerte. Elegí "ferocidad". De las tres opciones sobre mi juventud elegí plebeyo ante noble de la corte y rata callejera. Después se me preguntó cuál, de tres opciones, era de lo que más me arrepentía. Las primeras dos opciones eran típicas aburridas como vengar la muerte de mi hermana. Ni siquiera les presté atención, porque la tercera opción las eclipsaba completamente. De lo que más se arrepiente mi personaje es que nunca ha tenido la oportunidad de actuar en un circo. Esto sólo puede acabar bien, aunque no llegué a poder ver las ramificaciones de esa elección en particular.
Desde allí, mi personaje entró al mundo. Me encontraba en pie entre un montón de edificios, e inmediatamente un PNJ vino a mí para avisarme de que lo centauros atacaban la aldea, y que necesitaba ayudar a los supervivientes y decirles que fuesen a la posada local. Al terminar, se me dijo que acudiera a la fortaleza local (atacada por las medio-bestias) y reconquistarla. Había otros jugadores presentes en la demo, y pude verlos corriendo también hacia la fortaleza. Fue allí que todos nos juntamos y empezamos a deshacernos de las oleadas de atacantes centauros. Cada muerte nos daba, a mí y a todos los demás jugadores involucrados, experiencia y tesoro, pese a no haber invitado a ningún otro jugador al grupo. Estábamos en un mismo mundo, trabajando como entidades separadas por un mismo objetivo, y siendo igualmente recompensados. Era muy comunístico.
Steeleye Span, como básicamente todos los lugares que visité, tienen algún tipo de evento en marcha.
Pero pronto el mundo se fracturó, cuando había ido a Divinity's Reach, la ciudad hogar de los humanos [NdT: Quienes ya conozcáis el juego os habréis imaginado -correctamente- que está en Kryta]. Vagando por la ciudad, encontré un portal espiral, que indicaba la entrada a un área instanciada. Al otro lado había una pequeña área hogareña. En la taberna local conocí a quien podría ser un interés romántico, y quien era casi seguramente un rival. Se intercambiaron palabras, se desató el infierno, con mi rival y su grupo destrozando el local y a sus clientes. Tomé parte y me deshice de los alborotadores con fiera justicia.
Al lado real del monitor, otro estaba mirando por encima de mi hombro y me preguntó cómo había armado todo eso. Uno de los desarrolladores nos informó de que como yo tenía el trasfondo de plebeyo, tenía el escenario de la pelea en el bar. Si hubiera elegido ser un noble, tendría que haber ayudado a algún afeminado con un caballo o algo, y la historia, a partir de ahí, sería distinta.
Los campos que rodean Divinity's Reach están llenos de eventos dinámicos. Cuando bajas por primera vez hacia las granjas, puede que venga alguien a pedirte ayuda, pidiéndote que ayudes a matar a una Broodmother invasora. En dirección contraria, puedes ayudar a un granjero a librar sus melones de unos conejos voraces. Participando en estos eventos (y completándolos) trae consecuencias. En el caso de los conejos, después puedes comprar y comer los melones para un buff de estados pasivo, mientras que la muerte de la Broodmother permite al pescador puede volver a ir al río. Algunos de estos eventos llevan a otros, pudiendo hacer largas cadenas. Puedes parar en cualquier momento, por supuesto, y otra gente puede unírste cuando quiera. Era sorprendente cuán a menudo algún tipo de evento estaba al alcance sencillamente corriendo por el mundo.
Después, entré con un charr de nivel alto en una localización de aspecto mucho más árido [NdT: Probablemente, la antigua Ascalon]. Una vez más, dondequiera que quisiera ir había algo que hacer. Una cadena de eventos en particular llevaba a la invocación de un enorme dragón morado y brillante. Mis aliados (o sea, todos los demás jugadores en el área) y yo fuimos rápidamente aplastados por la bestia cuando nos acercamos demasiado.
El combate en Guild Wars 2 es como una mezcla entre el combate tradicional de MMO que todos conocéis (aunque no gusta a todos) más enfocado a la acción y al posicionamiento en el combate. Como elementalista, podía invocar muros de fuego y agujas de hielo, pero mi conjuro favorito era con diferencia la habilidad de conjurar a un fénix que volaría adonde yo le dijera e inmediatamente volver a mí. Me permitía golpear a distintos enemigos en movimiento de un solo ataque. Otras habilidades no parecían funcionar igual de bien, como el breve rato que jugué como un guerrero de espada y escudo, y apenas hacía un rasguño a mis enemigos, sin sentir realmente los beneficios defensivos del escudo.
Las habilidades que tenía a mi disposición dependían de las armas equipadas. Como elementalista, mis habilidades más dañinas aparecían al blandir un báculo, mientras que una combinación de daga y foco resultaba en habilidades más evasivas, y movimientos que ayudarían en situaciones en equipo. Jugando a un guerrero con pistola, hacía daño considerable a distancia, mientras que con un hacha podía desangrar a mis enemigos con el tiempo. Tener un escudo me permitía bloquear rápidamente, aunque, como he dicho, no vi un gran beneficio defensivo, y las habilidades con la espada necesitaban sin duda un mayor desarrollo.
Tenía grandes espectativas en mi primer encuentro con Guild Wars 2, y no me ha defraudado. Aunque el juego no carece de problemas, estos son pequeños y se pueden arreglar fácilmente. La fecha de lanzamiento sigue siendo 2001 (o "cuando esté listo"), y aún así, con la excepción del puñado de bugs de combate y gráficos que esperas en cualquier demo, el juego tiene los rasgos de algo que podría ser una open beta.
La demo mostró que Guild Wars 2 es capaz de cumplir las promesas que hizo; al menos, al principio y hacia el medio. Si el estreno puede soportar lo que enseñó la demo, World of Warcraft podría tener un rival para ganar su dinero.
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on miércoles, agosto 18, 2010
at 18:47
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