EDIT: Por cierto, ¡esta es la tricentésima entrada en este blog!

Allá por los mediados de los 80, los X-Men estaban en lo más alto. Tras historias geniales como Dios ama, el hombre mata, o Desde las cenizas, habían surgido otras dos series spin-off que seguían a otros grupos: los canadienses Alpha Flight y los jóvenes Nuevos Mutantes. Y aunque no fue anunciado como tal, surgió un X-Crossover, como era inevitable, antes incluso que Inferno, La Caída de los Mutantes y la Masacre Mutante, sucedieron las Guerras Asgardianas.

El tomo, publicado el mes pasado, recopila las dos partes de la historia: los dos números de X-Men/Alpha Flight, el New Mutants Special, y el X-Men Giant-Sized Annual 9.

La historia comienza cuando un avión que se dirige a Alaska, y en el cual viajan Scott Summers y Madelyne Pryor, se estrella en condiciones misteriosas. En el instituto Xavier, Rachel tiene una visión de su "padre" comparando la extraña tormenta por las causadas por Shaman de Alpha Flight. Alpha Flight son el grupo de mutantes oficial canadiense, que vimos por primera vez tratando de llevar a Lobezno de vuelta a Canadá. Los X-Men viajan al norte y tras un altercado con los Alpha Flight (ocasionado por Rachel y su incapacidad para contenerse) acaban llegando al lugar del accidente, convertido ahora en un paraíso terrenal en el que los pasajeros del avión han obtenido increíbles poderes. A los lectores se nos descubre que el dios asgardiano del engaño, Loki, tiene un papel en todo esto. Aunque todo parece ir bien, Shaman y Ave de nieve están muy enfermos, y algunos X-Men sospechan que algo no va del todo bien...

La segunda parte se inicia tiempo después, cuando Loki lleva a Tormenta (que está sin poderes por un asuntillo con Forja) y a los Nuevos Mutantes a Asgard, con la intención de convertir a Ororo en la nueva diosa del trueno y sustituir a Thor. Magik consigue enviar a sus compañeros a distintos lugares de Asgard, pero ella misma queda bajo el control de la Encantadora. Los X-Men viajan también a Asgard para salvar a los NM y a Tormenta, pero se encontrarán con no pocos problemas. Enanos, elfos oscuros, valkirias y demonios; mezclar a los mutantes con Asgard es una genial idea.

El libro está muy bien lo cojas por donde lo cojas. Si bien mi interés era más bien por la segunda parte (me gustan los Nuevos Mutantes, pero apenas tengo material suyo), la primera no es menos interesante. Los estilos de dibujo son diferentes pero característicos: Paul Smith, que fue dibujante de X-Men durante la época de Desde las cenizas (presentándonos a personajes como los morlock y Madelyne Pryor, y con momentos como el cambio de look de Tormenta, la boda de Scott y Madelyne, la celebración de la boda de Lobezno y Mariko Yashida, la entrada de Pícara a los X-Men y el "¡El profesor Xavier es un idiota!" de Gatasombra), y Arthur Adams, que más adelante dibujaría también varios annuals.

Es una historia genial, que reúne a los tres equipos mutantes de la época (si bien en el 86 aparecerían X-Factor, y en el 87 Excalibur), y tiene por lo tanto un cast grandísimo que todo fan debería conocer. Y es que para los que hemos empezado a seguir a los mutantes hace relativamente poco, no basta con las historias clásicas como la Saga de Fénix Oscura e Inferno, sino que viene bien conocer el pasado de otros personajes que ahora aparecen de vez en cuando, como Estrella del norte.

Las Guerras Asgardianas tuvieron efectos mayores y menores en algunos personajes. En ellas cogió Rachel el nombre de Fénix, Dani Moonstar se convirtió en valkiria y Karma dejó de ser una obesidad andante. Además, Madelyne anuncia que está embarazada, y como todos sabemos, el bebé que lleva dentro será infectado por el virus tecnoorgánico de Apocalipsis, enviado al futuro, y regresará como Cable.

Por último, comentar que inmediatamente después de este viajecito por Asgard sucede el imprescindible X-Men #200, El juicio de Magneto, en el que todo cambiaría. Como dije, ese número aparece en Maestros Marvel: John Romita Jr.