La semana pasada recordamos como el grueso de los noldor, dirigidos por Fingolfin, cruzaron el Helcaraxë y llegaron a la Tierra Media. Ahora, toca hacer un inciso para relatar la llegada a Beleriand de los nuevos vecinos y aliados de los noldor y los sindar: los hombres.
250 años después de la paz iniciada por la Dagor Aglareb y 310 desde el regreso de los noldor, tres clanes de hombres, los Segundos Nacidos, llegan a Beleriand. Despertaron en el lejano Cuiviénien y viajaron al oeste siguiendo al sol, y se extendieron por la Tierra Media, en todas direcciones. Los hombres conocieron a los elfos avari, los elfos oscuros, aquellos que se habían quedado en el este cuando los demás avanzaron hacia el oeste. Aprendieron de ellos la civilización, la artesanía, el lenguaje y la música. Es probable que los hombres conocieran además a los 4 clanes enanos del este; y a los elfos silvanos y al clan de Dúrin en el Anduin.
Los primerosen llegar a Beleriand fueron los de la Casa de Bëor, de cabellos oscuros, ojos grises y constitución recia. Vinieron a través de las Montañas Azules o Ered Luin (donde vivían los enanos de Nogrod y Belegost) a la región de Thargelion, donde gobernaba Caranthir, uno de los hijos de Fëanor. El primer alto elfo que se encontró con ellos fue Finrod Felagund, fundador de Nargothrond y primogénito de Finfarfin. Finrod había salido de caza con Maglor y Maedhros, y tras una escapada hacia las Ered Luin, se encontró con los hombres. Finrod cogió un arpa mientras dormían y se puso a cantar.
Los hombres, maravillados, se hicieron sus amigos. Finrod aprendió su idioma y les enseñó el de los elfos, calmó a los elfos verdes de Ossiriand, que temían que los hombres destruyeran sus bosques, y los llevó a Doriath, donde pidió al rey Thingol que les diera un hogar. Thingol les entregó la tierra de Estolad, que estaba en los amplios dominios de Amrod, al este de Doriath y al oeste de Thargelion; aunque dos generaciones después marcharon hacia el norte, a Ladros en Dorthonion, donde gobernaban los hermanos de Finrod.
Llegaron después los Haladin, de aspecto parecido a los anteriores, pero más cortos de estatura. Eran más discretos y solitarios que los anteriores, no tenían un líder, y preferían vagar por los bosques que combatir. Llegaron también a Thargelion y durante unos años vivieron allí, pero tras los ataques de los orcos y la muerte de su padre Haldad y su hermano Haldar, Haleth la Cazadora lideró a los Haladin, que serían conocidos como la Casa de Haleth, y resistió a los orcos durante siete días hata que los elfos de Caranthir llegaron en su apoyo. Caranthir les ofreció tierras, pero Haleth rechazó la oferta y viajó con los suyos hasta el bosque de Brethil. Brethil era parte de Doriath, pero había quedado fuera del Cinturón de Melian y estaba bajo los dominios de Finrod, quien les entregó gustoso esas tierras.
La tercera era la Casa de Hador (antes conocida como de Marach), la más numerosa; de hombres rubios, altos, de ojos azules, y belicosos. Los elfos verdes los despreciaban y se asentaron en Estolad. Aún así, acabarían abandonando este país, como los de Bëor antes que ellos, y tras viajar mucho se asentaron en Dor-Lómin (en Hithlum) como vasallos de Fingon, hijo de Fingolfin. Fingon les entregó el Yelmo Dragón, que más tarde heredará Túrin Turambar.
Todo eso sucede en algo más de un siglo. Cuatro décadas después de que la Casa de Hador se asentase en Dor-Lómin, Morgoth ha regresado a Angband y ha decidido volver a la acción en lo que será la Dagor Bragollach, la Batalla de la Llama Repentina. Morgoth envía ríos de fuego y lava hacia el sur, arrasando el Ard Galen, quemando y asfixiando a muchos elfos. Un ejército de orcos y balrogs (sí, balrogs, en plural... lo de El Señor de los Anillos es basurilla comparado al lado de esto) se lanza sobre los elfos, liderados por Glaurung, el primero de los dragones, y su aliento de fuego. Arrasan Dorthonion y matan a los hermanos de Finrod y Galadriel, Angrod y Aegnor.
En Lothlann, al norte de las tierras de los hijos de Fëanor, los jinetes de Maglor arden vivos, y Morgoth toma la Marca de Maedhros. Maglor consigue llegar con vida a Himring, la fortaleza de Maedhros, que es asediada. Pero Morgoth derrota también a Celegorm y Curufin, que sobreviven y huyen a Nargothrond, pero le dejan el Paso de Aglon, una entrada a Beleriand. Al mismo tiempo, los orcos llegan hasta las Montañas Azules y vencen a los elfos de Thargelion, obligando a Caranthir a retirarse a Amon Ereb junto a su hermano Amrod.
En el oeste, Finrod Felagund y su ejército caen en una emboscada mientras suben por el Sirion a ayudar a su sobrino Orodreth. Todo parece perdido para Finrod, pero Barahir hijo de Bregor, heredero de la Casa de Bëor, baja de Dorthonion con sus hombres y salva al rey elfo. Como recompensa, Finrod le entrega el Anillo de Barahir, quien se lo entregará a su aún joven hijo Beren Erchamion.
El regreso de Morgoth ha sido acompañado por un mazazo a los elfos. Los hijos de Fëanor han sido diseminados y los orcos arrasan sus tierras. El ejército de Finrod se retira a Nargothrond dejando a los hombres de Barahir para defender Dorthonion. Más al oeste, en las Ered Wethrin, las fortalezas que defienden Hithlum han resistido, pero por poco.
Fingolfin, Alto Rey de los Noldor, ve que su esfuerzo por mantener el Asedio de Angband ha fracasado, y que su pueblo huye por todo Beleriand. Oigamos sus palabras en The Battle of the Sudden Flame:
Oh lord here I stand
Suddenly everything's gone
For all Noldor
From now on my life
Is my gift to you
Just lead my fate
To the victory
Of elves
Ha comenzado una nueva era oscura para Beleriand. Las tierras de los hijos de Fëanor han sido invadidas por los orcos; unos pocos hombres defienden el norte de las fuerzas de Morgoth; Hithlum se ha convertido en el objetivo de Morgoth; y Doriath es un país cada vez más reclusivo. Incluso los elfos verdes de Ossiriand y los elfos de la costa de Falas se ven amenazados. Los noldor no recibirán ayuda alguna de los valar, y Morgoth sigue en posesión de los tres silmarils. Oigamos a Fingolfin de nuevo, esta vez en Time Stands Still - At the Iron Hill:
Light fails at dawn
The moon is gone
And deadly the night reigns
Deceit
Cabalga entonces, furioso y en solitario, lejos de Hithlum, por el quemado Ard Galen
Finally I've found myself
In these lands
Horror and madness I've seen here
For what I became a king of the lost?
Barren and lifeless the land lies
Como una estela blanca, con su brillante escudo y su blanca armadura, Fingolfin llega a las puertas de Angband.
Lord of all Noldor
A star in the night
And a bearer of hope
He rides into his glorious battle alone
Farewell to the valiant warlord
The Fate of us all
Lies deep in the dark
When time stands still at the Iron Hill
Y reta a Morgoth a un combate individual, haciendo sonar su cuerno:
I stand alone
No one's by my side
I'll dare you
You coward
Now it's me or you
He gleams like a star
And the sound of his horn's
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries
Morgoth teme a Fingolfin, ya que Morgoth es el único vala con miedo, pero por no quedar mal ante sus siervos, acepta el desafío y sale al encuentro del Rey noldor.
Fingolfin en solitario, frente a Morgoth
Slowly in fear
The dark lord appears
Welcome to my lands
You shall be damned
Lord of all Noldor...
The fate of us all...
El combate entre Fingolfin y Morgoth será uno de los más recordados y cantados por los elfos, y la espada Ringil de Fingolfin hiere siete veces a Morgoth, y siete veces grita de dolor Morgoth; pero Morgoth es un valar, y las armas de los elfos no pueden matarlo. Fingolfin, gran guerrero, esquiva una y otra vez a Grond, la maza de Morgoth; pero finalmente tropieza, y Morgoth lo aplasta con su pie.
The iron crowned
Is getting closer
Swings his hammer
Down of him
Like a thunderstorm
He's crushing
Down the Noldor's
Proudest king
Under my foot
So hopeless it seems
You've troubled my day
Now feel the pain
Lord of all Noldor...
The Fate of us all...
Antes de morir, Fingolfin hiere a Morgoth en el pie de tal manera, que Morgoth cojeará por el resto de los tiempos.
The Elvenking's broken
He stumbles and falls
The most proud and most valiant
His spirit survives
Praise our king
Thorondor, rey de las águilas, rescata el cuerpo de Fingolfin (aprovechando para hacerle una herida en la cara a Morgoth, que también llevará siempre) y lo lleva a Gondolin (donde, como veremos la semana que viene, tienen sus propios problemas). Allí su hijo Turgon lo entierra en un túmulo; y Fingon adquiere el título de Alto Rey de los Noldor.
La épica batalla de Fingolfin marca un antes y un después en El Silmarillion. El ataque de Morgoth ha destrozado a los noldor, pero en la oscuridad el foco se habrá de centrar en una nueva pieza: los mortales Edain.
Ahora la mayor esperanza de los noldor es la ciudad de Gondolin, siempre y cuando Morgoth no descubra dónde está...
(imágenes de la Tolkien Gateway, como siempre)
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on sábado, marzo 27, 2010
at 18:30
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Nightfall in Middle-Earth,
Tierra Media
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