Es un hecho indiscutible que si cambiamos mínimamente alguna de ciertas constantes físicas, las leyes de la naturaleza se desmoronan a su alrededor, los eventos posteriores al Big Bang tal y como los conocemos no sucederían, y fenómenos más complejos del Universo, como la vida misma, no serían viables.
Ahora bien, ¿se aplica esto también a cambiar más de una constante a la vez?
En este artículo, enviado por el amigo y lector de este blog ;) Martzel, trata sobre esa idea: los mundos o universos con constantes físicas (y por lo tanto, leyes físicas) diferentes en los que podría florecer la vida.
Aparte de las teorías de cómo serían esos mundos ("las estrellas vivirían menos y brillarían menos, por lo que la Tierra tendría que estar seis veces más cerca del sol...") y la especulación pura ("en esta misma habitación coexisten mundos donde los alemanes ganaron la II Guerra Mundial..."), habla también de física cuántica y atómica, pero a niveles poco avanzados y con una terminología que cualquiera puede entender.
Personalmente, y como no soy físico puede que mi opinión no valga nada, veo algún problema con las teorías de muchos mundos paralelos:
-La primera es la incapacidad de enviar o recibir información de esos mundos o universos. Si dos mundos están tan dimensionalmente separados que no podemos recibir ninguna señal de él, su existencia sería irrelevante e imposible de conocer, así que no tendría sentido darle más vueltas.
Los miembros de Excalibur, en el universo paralelo de "si los nazis hubieran ganado la WWII"
-La segunda, quizás sea obvia desde el punto de vista de muchos físicos, pero tal y como se explica la teoría de mundos paralelos al público, se puede inducir a error. Por lo que yo entiendo de física cuántica, que no es mucho, los estados cuánticos no dejan de tener cierta lógica y limitaciones. No puede ser cualquier cosa. Intentaré explicarlo mejor: si metemos al gato de Shrodinger en una caja, hacemos el experimento, etc, etc, está 50% vivo y 50% muerto. Pero si lo metemos en una caja y le tiramos 10 bombas a la vez, está 100% muerto; no hay que esperar a que se disipe el humo para observar su estado cuántico. Así que no habrá ningún universo paralelo en el que este último gato esté vivo.
O sea: si hay infinitos universos paralelos, eso no significa que en uno de ellos los nazis ganaran la WWII. Podría haberlo, o podría no haberlo. Por muy infinitos que fueran, sólo existirían aquellos que los estados cuánticos permitieran existir. Es muy probable que en ningún universo paralelo yo sea un superhéroe enmascarado, ni un saqueador vikingo. La condición de que Alejandro Magno no muriera prematuramente en alguno de esos universos es que alguno de los estados cuánticos lo permitiera.
Si, como profesor soy pésimo, así que no es culpa del lector, sino mía, si los últimos dos párrafos no los entiende nadie. Pero, bah, yo ya sé lo que quiero decir.
En fin, pese a todo, hay algo que puedo afirmar con certeza: no nos cansaremos de los universos paralelos en la ficción. Basta con ver los inagotables multiversos de DC y de Marvel, las cambiantes líneas temporales de Dragon Ball y de Chrono Trigger, sin olvidarnos de otros como StarGate o Star Trek.
Chrono Trigger: genial historia de viajes temporales e historias alternativas, además de uno de los mejores videojuegos de nuestra Realidad
Y para los interesados en saber más de física cuántica, sin tocar ni una sola fórmula, y redactado de manera magistral para que cualquiera pueda entenderlo, os recomiendo Cuántica sin fórmulas de El Tamiz.
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on lunes, enero 18, 2010
at 8:11
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