El último número del regreso de Conan a su patria es el más impactante, y el más diferente a lo que estamos acostumbrados.
Es un número intenso pero de poca acción. La disputa por Caollan ha de ser zanjada o distintas tribus actualmente en paz entrarán en guerra. Pero con tantos hombres dispuestos a luchar -y a matar- por ella, es la propia Caollan, el primer amor de Conan, la que tendrá que decidir qué pasará.
Vemos también el último fragmento de la historia de Connacht, el abuelo de Conan, contado por la madre de éste, Fialla. Ya no está de viaje, sino asentado en la aldea, y empieza ya a dedicarse a narrarle aventuras a su jovencísimo nieto.
El cómic refleja muy bien los cambios en la vida de Conan; sus penas y tristezas, su carácter aventurero pero realista... y su furia. Y los momentos de Conan y Connacht son preciosos.
El dibujo de Tomás Giorello de este número lo da todo, con unas maravillosas expresiones en cada personaje, en cada página. Y aunque no es mi favorito, Giorello también se luce en este número, a mi parecer mejor que en sus demás apariciones en la historia que concluye este número.
Indispensable final de una gran saga.
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on jueves, septiembre 16, 2010
at 22:05
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Conan
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